VUELTA A CASA

(J) La vuelta se antoja dura, no por no querer volver a casa y ver a nuestros hijos, si no porque llevamos 13 días solos, conviviendo como pareja, viviendo minunto a minuto, queriéndonos segundo a segundo, saboreando sabores, disfrutando de paisajes, monumentos, ciudades, respirándonos, amándonos. 

Éstos días han sido maravillosos y sin duda alguna, el mejor viaje de mi vida, hasta ahora. 

Tengo que agradercerte, Virginia, muchas cosas, muchos momentos, pero sobre todo te doy las gracias porque me has devuelto a mi realidad, puedo ser yo mismo, puedo escribirte ésto con orgullo, puedo respirar y olerte, como dices tú, eres suerte de mi vida cariño.
Sé que vamos a hacer muchos viajes más, no sé si mejores o peores, seguro que diferentes, pero decirte que: contigo al fin del mundo.

Exaltar aquí, el amor que te tengo, no es motivo de hacerlo público, es mi necesidad de exponer mis sentimientos hacia a tí, para que no lo olvides nunca y siempre estén aquí mis palabras. Las palabras, es verdad, se las lleva el viento, pero aquí y ahora y para siempre, habrá constacia de lo que siento.

A continuación voy a insertar fotos del regreso

Y ahora algunos momentos que no olvidaré y que no hemos puesto antes:

Nos reímos mucho, el "agüelete" italiano

 nos animaba para que nos besáramos, nos tiró como 8 fotos

 Cultura musical

 Cansada pero sin descansar, esa es mi chica

La del fondo es ella, en una bajada de un 10 % más o menos

Desde aquí te quiero, ahora y siempre

TERCER DÍA EN ROMA

TERCER DIA EN ROMA.
 
      Hello!
 
      Nos levantamos sin nada preparado para ir cerrando nuestra
      estancia en Roma.
 
      Preparándonos para salir leímos el whatsapp de nuesro
      compañero Ramón, aconsejandonos la visita a la Basílica de
      San Pablo extramuros, y cómo ya nos movemos por Roma, como
      romanos, miramos el Callejero y las paradas de metro y allí
      que nos dirigimos a 40 grados . Ésta vez ataviados con gorra
      y sombrero.
 
      Nada más entrar, un pórtico con columnas corintias y tras
      ellas una estatua de San Pablo co espada en mano.
 

      Cruzamos la puerta y ..... Sin palabras, sin duda lo que más
      nos ha gustado de nuestra visita a Roma, y no sólo por la
      Basílica en sí, no por todas las sensaciones que hemos
      sentido dentro de ella.
 

Gracias a Ramón por el consejo, no podremos olvidar ésta
visita, nos ha dado mucha esperanza.
Evangelio de San Lucas

SEGUNDO DIA EN ROMA

Chiao, prego! Segundo día en Roma.
 
      Visita al Vaticano. Todo preparado, ya dominando el
      transporte público, salimos sin gorra ni sombrero, calor
      sofocante, 39 grados.
 
      Al llegar al Vaticano, una cola que llegaba hasta mitad de la
      plaza. Calor, mucho calor!
 

 

  Llegamos a los detectores de metal y nos damos cuenta que
      llevamos una navaja en la mochila, el carabinieri de turno,
      nos dice que a la basura. Adiós navaja de Virginia, te
      echaremos de menos. Tenía que ser así!
 
      Tras la visita nos fuimos al castillo se San Angelo, y
      devuelta al hotel, que necesitábamos descansar.
 
     

 
      Tras una buena siesta, visita nocturna al arco de contastino,
      coliseo, San Pietro in Vincoli y Santa María la Maggiore. 11
      de la noche,

Buscamos un sitio para cenar, fuera del centro,

      como nos habían aconsejado en el hotel, sábado por la noche y

      las cocinas cerradas. Y nosotros con un hambre canina. Menos

      mal que en el coche teníamos víveres y en un momento

      preparamos una cena en la habitación del hotel.

 

      Y buenas noches!

ENTRADA TRIUNFAL EN ROMA

Hola a todos/as hemos llegado a Roma a mediodía, el hotel está genial. Hemos hecho buena elección. Aunque está situado a las afueras, enfrente tenemos un centro comercial y está bien comunicado con el centro, según nos habían dicho en el hotel. Soltamos las maletas y después de comer algo nos pusimos en marcha. Tres y media de la tarde, 38 grados y camino del tranvía para llegar al centro. Nos indicaron que teníamos que coger el 14 y que los billetes se compraban en kioscos o bares. Allí que vamos nosotros en la dirección que nos habían indicado. GPS en mano llegamos a una pequeña estación, pero allí no veíamos donde se cogía el tranvía. Esperamos un rato y preguntamos a una mujer,  por suerte era Peruana, y nos llevó hasta la parada del tranvía. OK habíamos conseguido llegar a la parada, pero sin billete. Los kioscos estaban cerrados y en los bares que preguntamos, nos decían que no sabían donde los podíamos comprar. Cuatro y media y no conseguíamos coger el tranvía. Decidimos subirnos con o sin billete, esperando en la parada una chica nos dice que se pueden sacar en el tranvía. Nosotros alucinando le habíamos preguntado a un montón de gente y nadie sabía decirnos que en el tranvía se podía sacar...

Llega el tranvía 4´30 de la tarde sacamos nuestros billetes y llegamos al centro. Intentamos seguir un itinerario que nos había proporcionado Goyo, tres rutas distintas para repartirlas durante nuestra estancia en Roma. La fuente del Triton, iglesias y más iglesias... La Fontana de Trevi momento inolvidable, lanzamiento de moneda y deseo incluído...

Plaza de España,

Plaza Popolo,

Puente sobre el río Tiber,

 y helado como tentenpié.

14 eurazos los helados, ¡helados nos quedamos cuando nos dijeron lo que costaba!

Tras el descanso continuamos la marcha Plaza Navona, espectáculos y mucho ambiente en la famosa plaza.

Panteón,

 y Plaza Venecia.

Hasta 6 horas andando. Menuda paliza!

De vuelta al hotel, famélicos, decidimos cenar cerca de hotel suponiendo, que sería más barato después del susto de los helados.
Y..... acertamos de pleno

Pizza y botella de vino para celebrar nuestro primer día en Roma 11 euros

Después de habernos metido  una botella de vino entre pecho y espalda, ya no tenía a nadie. Jose doblaó de regreso al hotel, risa floja y las piernas que no respondían. Conseguimos llegar al hotel y tomamos el ascensor hacia nuestra habitación.
Qué número de habitación teníamos? Pregunta Jose. La 518 le contesto, alli que vamos buscando la habitación pero no nos sonaba, entre risas nos dimos cuenta de que no recordábamos el número de  la habitación. Nos metemos de nuevo en el ascensor sin para de reir para preguntar en recepción. Yo no pude ni siquera acercarme, muerta de la risa me tuve que tumbar en un sofá mientras Jose le explicaba a la recepcionista en italiano y con la lengua trabada que no nos acordábamos del número de la habitación.
La 510, por fin habíamos conseguido llegar y descansar después de un largo día. Güuuuenassss nossschesss!

SEGUNDO DIA EN SIENA

Hoy nos dirigimos a la zona de Chianti,  famosa por sus vinos,  y hemos realizado una ruta entre algunos de sus bonitos pueblos.

El paisaje ha cambiado pero sigue siendo muy verde, ahora las viñas son el elemento predominante.


El primer pueblo que visitamos fue Castellina in Chianti, pasamos por Radda in Chianti y  Gaiole in Chianti... Entre murallas y pasadizos repletos de bares para degustar el famoso vino.

Paseando por sus calles tranquilamente de nuevo una avispa se la jugó a José (no se que tiene que todas van a él) la segunda da vez que le pasa desde que estamos en Italia. Así que otra vez me tocó sufrirlo con: échame cremita que no lo puedo soportar.  Y yo que creía que era un tipo duro!!! Pero lo que hace el amor... Te echo cremita las veces que haga falta.

(J) Por la tarde,  volvimos al hotel y con el GPS en mano,  y a 1 km de éste,  no éramos capaces de llegar.
Cariño!  Giro a izquierda o sigo recto.? ,  cuando me quiero dar cuenta,   el GPS me marca 10 km,  nos habíamos pasado en la salida.  Cogemos la autovía,  y a 4 km hacemos un cambio de sentido. Otra vez para el hotel.

Llegamos de nuevo a la intersección,  5 carriles,  salidas por todos lados y....  Me vuelvo a meter en la misma salida y...  Otros 10 km,  las risas a carcajada se escuchaban en el hotel que volvía a estar a 10 km.

Pero cómo no hay 2 sin 3, de nuevo pasamos de largo,  ya  llorábamos  de la risa.  Hicimos los, 10 km,  mirándonos y riendo sin parar.

Por fin,  llegando a la intersección,  conseguimos mantener la risa y la calma,  y tras  30 km de más,  conseguimos llegar al hotel.  Una gran odisea!

Tras descansar un ratito,  volvimos al casco antiguo de Siena, decidimos comer en la Plaza del Campo que al igual que la noche anterior ofrecía un buen ambiente. Comida típica italiana regada como ya es costumbre con un buen vino. Aquí nuestro brindis fue por los verdaderos culpables de que nosotros estuviésemos aquí. Por Cristina y Paco este brindis va por vosotros.

Siiiiiiiiii, estaba cansada...... Pero feliz.

LLEGAMOS A SIENA

Después  de pasar la mañana en San Givignano llegamos a Siena a media tarde. Paramos en el hotel y un coche sale para que podamos aparcar nosotros,  todo perfecto.

Entramos al hotel y la recepcionista muy amable nos prepara la habitación, después de un rato me mira y me dice,  en inglés,  que le sonaba mi cara y que si había estado antes por allí. Le contesto en inglés que no.
 (J) Además,  el parking y la wifi free,  que chollo,  en Italia hay que pagar hasta por hacer un pis,  0,50 (Pisa,  San Givignano...).

La habitación fenomenal y aprovechamos,  una percha y la puerta de la ducha,  para crear,  con una cuerda que me subí,  un tendedero para poder tender la ropa que Virginia lavó.

Después de descansar, un poco,  nos vamos para el centro de Siena,  llegamos anocheciendo. Hay un parking gratis,  pero yo cómo estoy "apollardao" la primera vez que escribo ésta palabra,  meto el coche en el parking de pago,  cuando me quiero dar cuenta,  ya no puedo dar la vuelta...  Me digo: pardillo!

Bueno después de tres vueltas andando por el parking y no encontrar la salida,  decidimos salir por dónde los coches,  que ponía que no se podía salir.

Emprendemos ya ascenso a los momentos,  aquí en Italia,  todo está en lo alto,  no me extraña que haya buenos ciclistas escaladores y.... "la vin"  (asombro),  hay unas escaleras mecánicas...  qué alegría,  jamás pensé que me iba a alegrar tanto de ver ¡unas escaleras mecánicas! y funcionan!


Llegamos a la plaza de la catedral por detrás y cómo sería el baptisterio,  que creíamos que ya era la catedral.

Absortos nos quedamos al ver la catedral por fuera.  ¡Impresionante!

Bajamos después hasta la piaza del campo,  también preciosa,  su torre llama la atención,  nada más entrar.  Aprovechamos para cenar, había mucha gente sentada y tumbada en el suelo de la plaza.  En ella es donde corren los caballos con los estandartes de los barrios.

De aquí "al nono" que ya era bastante tarde y estábamos cansados aunque no lo parezca con la cara tan preciosa y sonriente que tiene Virginia.

ADIÓS A VAL DI VARA Y CAMINO A SAN GIVIGNANO

(J)  Hoy hemos dejado atrás  una estancia de 4 días espectacular,  casa rural y camping Ca du Chitu.  Un lugar extraordinario por su belleza  y por su precio.

(V)  Hola a todos hoy nuestra crónica incluye dos lugares de los cuales habíamos oído hablar,  San Givignano y Siena,  pero sin duda que lo que hemos visto supera en mucho a lo que habíamos oído de ellos..
 San Givignano es conocido como el Manhattan medieval,  es un pueblomuy bien conservado ,  famoso por sus torres. Desde que iniciamos el viaje a Italia seguimos las indicaciones y consejos de un libro que compramos en El Corte Inglés y que hasta ahora nos está  siendo muy útil. Antes de llegar a San Givignano  leo  en el libro que aconsejan el paseo en bici por la ciudad medieval, se lo comento a José y sin dudarlo se pone a montar las bicis,  40 grados a la sombra. Me preparo mi gorra,  botellas de agua  y en marcha. Salimos del aparcamiento, giro a la derecha y me encuentro con una subida de narices,  le hecho valor,  José me dice que cambie al plato pequeño y que despacito hacia arriba,  os recuerdo 40 grados, pero pensaba debe ser la única cuesta,  cuando pasemos la muralla todo llano,  lo aconsejaban  en el  libro. Jadeando llego arriba y me tengo que bajar de la bici,  la boca seca,  en mi pueblo no hay ni una cuesta.!!!! Cruzamos la muralla y... Paseo apacible en bicicleta????? Las calles llenas de gente,  me vuelvo a bajar de la bici. Ya aprovechamos para comer,  una coca cola y visita a la catedral y al museo local. Como no iba vestida para la ocasión tuve que ponerme una especie de trapillo para tapar las piernas.

Con cualquier trapillo está guapa! 

Ya que teníamos las bicis aparcadas seguimos visitando el pueblo a pie.

Hay muchas tiendas en las que venden cerámica y cosas hechas a mano en tela y madera y tiendas de arte con esculturas y cuadros. Así que aprovechamos para hacer algunas compras.

Después del paseo por las tiendas cogimos las bicis para terminar nuestra visita,  paseo por la muralla vimos en una señal,  perfecto!!! Ocasión para desquitarse del mal sabor de boca que me había dejado la cuestecita. Cogemos la primera calle,  todo perfecto giro a la derecha  y...

Otra cuesta,   me acordé de la madre de la que había escrito el libro,  las cuatro de la  tarde y un calor de muerte. Sube serpenteando amor,  me dice Jose con todo el cariño del mundo. Que amor ni que leches!!! Pero le hago caso y sorpresa,  funciona. Pero me deja cao. Ya sólo queda bajar,  cuando giremos en esa esquina esta la bajada. Por fin!!! Pienso para mi, un rato de relax y a disfrutar  de la bici.
Giro a la derecha y veo una bajada con un 10% de desnivel.  Y como se baja esto???? Con los dos frenos,  me contesta. Allí que voy yo apretando los dos frenos que me dolían hasta las manos.

Pero bueno las vistas increíbles,  buena cara para posar cómo si nada hubiera pasado y camino a Siena.

LAS PLAYAS DE LA PROVINCIA DE LA SPEZIA

(J)  Chao!  También es hola en italiano la verdad es que les gusta ahorrar.
Hoy nos hemos querido ir de playas,  en principio dicen que las mejores,  están en Lerici,  aunque en el libro nos han recomendado las calas entre Lerici y Montemarcelo.  Y allá que vamos nosotros!

Cómo siempre en Italia y a poco que te descuides,  la primera en la frente.  Pasamos Lerici y desde la carretera oteamos una cala preciosa  me recuerda a las de San José,  en Cabo de Gata,  pero en estás la gente lleva bañador o biquini.
 Lo difícil va a ser encontrar aparcamiento,  pero desde que voy con Virginia,  a cualquier lugar,  no sé que pasa,  que sale uno para que entremos nosotros  o hay  un aparcamiento libre...  Total,  yo nunca,  nunca,  nunca....  encuentro aparcamiento,  lo más cercano al lugar dónde voy  ir,  unos 5 kilómetros,  pizca más o menos.
No me enrollo,  dicho y hecho,  un pequeño aparcamiento encima de la cala!

(V)  En la cala sombrillas todas iguales,  color gris perla,  con gasas colgando alrededor,  para dar intimidad y hamacas con colchones blancos. EL SITIO IDEAL!

(J) Bajamos por una escalera y ya tenemos al italiano diciendo :  spiaggia privata! Spiaggia Libera a 200 m!
Pero es que encima,  por haber aparcado en la carretera,  nos pide 10 euros.  Pero que mestas contando,  Piero!  Aquí se llaman todos Piero!
Son gorrillas,  con clase,  y nada de la voluntad,  10 eurazos....

Recogemos bártulos y para delante,  la piaggia libero,  estaba a 200, 300, 400, mu lejos,
Bajamos  y allí no cabe un alfiler,  ni de lado.


Seguimos camino,  otra cala y llegamos a  Fiascherino  y de nuevo la suerte de nuestro lado,  una que sale,  nosotros aparcamos.
Preparamos bolsón playa, lleno hasta arriba,  incluida comida,  sombrilla,... unos 30 kg de peso,  en total,  y a buscar la playa....

Empezamos a andar,  andar,  andar,  buscando acceso a mare,  andar, andar y la gente nos miraba,  pero nosotros para delante,  sin miedo y con orgullo,  bajamos y al llegar a la playa.....
Los dos descojonados...  Unas rocas,  pero rocas,  allí no hay quien pinche una sombrilla.
Con el calor del paseo,  plantamos las toallas en el suelo,  hay que ser un faquir para tumbarse allí!  Y al agua por una escalerilla,  se me salió la chancla y todavía estoy buscando la uña que perdí.
Después del reconfortante baño,  Virginia acojonada,  bajo sus pies,  3 ó 4 metros de profundidad,  entró y salió como si temiera que la fuera a devorar un gran blanco.

Salimos,  y cómo soy un tío con recursos,  veo un agujero en la roca y oteo en la distancia un par de pedruscos sueltos,  no había más en 20 km a la redonda,  y allí que planté la sombrilla,  la única EN 30 km de rocas y acantilados.  Pena no tener testimonio fotográfico. La gente asombrada!

Después de la maravillosa estancia y de habernos comido una envase de ensaladilla rusa con patatas fritas,  no desistido de nuestro empeño en busca de la prometida playa,  seguro que la siguiente será mejor,  SEGURO!

Dónde vamos?  A Monterosso al Mare,  qué es el único pueblo que nos quedó por visitar de Cinque Terre.  60 kilómetros,  no hay miedo!

Llegamos a Monterosso y tuvimos que bajar andando, unos 2 km,  por una carretera y bajar,  unas 500, escaleras,  para rematar la jornada.

Aquí vemos una guiri espectacular en la playa!  Colocándose bien el pelo.

Por fin un bonito pueblo y un gran playa