Visita al Vaticano. Todo preparado, ya dominando el
transporte público, salimos sin gorra ni sombrero, calor
sofocante, 39 grados.
Al llegar al Vaticano, una cola que llegaba hasta mitad de la
plaza. Calor, mucho calor!
Llegamos a los detectores de metal y nos damos cuenta que
llevamos una navaja en la mochila, el carabinieri de turno,
nos dice que a la basura. Adiós navaja de Virginia, te
echaremos de menos. Tenía que ser así!
Tras la visita nos fuimos al castillo se San Angelo, y
devuelta al hotel, que necesitábamos descansar.
Tras una buena siesta, visita nocturna al arco de contastino,
coliseo, San Pietro in Vincoli y Santa María la Maggiore. 11
de la noche,
Buscamos un sitio para cenar, fuera del centro,
como nos habían aconsejado en el hotel, sábado por la noche y
las cocinas cerradas. Y nosotros con un hambre canina. Menos
mal que en el coche teníamos víveres y en un momento
preparamos una cena en la habitación del hotel.
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