VUELVO A VERTE

martes, 6 de agosto de 2013

CINQUE TERRE

(V) Hola de nuevo!  Le comenté a José  que hasta que no me vi en la cama no me atrevía a afirmarlo: Hoy ha sido un gran día!

Comenzamos el día en Levanto, un pueblo costero con mucho ambiente veraniego. Lo que más me gustó es que todo el mundo va en bici. Las  calles tienen mucha luz y colores intensos en sus fachadas, adornadas con flores de colores en sus terrazas y balcones.

(J)  De aquí decidimos ir  a Vernaza y hacer la ruta de Cinque Terre,  del último al primer pueblo,  pero de nuevo los graciosos italianos....

Después de unos 15 km por un carreterín con más curvas que....  cada uno imagine lo que quiera,  carretera cortada,  y punto...  Ni señal,  ni nada,  media vuelta y una ruta de 40 km a otra de 78 km.

Llegamos a Rimaggiore,  precioso,  pero no tiene playa,  nos bañamos todos los guiris en el embarcadero,  pero nos gustó el baño entre rocas y debajo del pueblo,  literalmente.


Decidimos hacer la Vía de Amore,  la vía del amor (traducción)  que es un camino qué une los 5 pueblos y que se hace en 2 horas y los visitas todos.


Suena fenomenal,  verdad,  pues una mier...  da para los italianos.  Han dejado que la ruta se deteriore, tanto que la han cerrado,  de ésta forma,  sólo se puede hacer en tren...


Vamos al tren...  Clavada...  Pero que le vamos a hacer,  estamos enamorados,  hace un día genial,  los ojos de Virginia,  brillan,  cuando me mira y eso significa,  que iríamos al fin del mundo juntos.



Paseo en tren de pueblo en pueblo,  la verdad es que son preciosos: Rimaggiore,  Manarola,  Corniglia y Vernaza,  el último es Monterosso al Mare,  pero no nos dió tiempo,  destrozados,  tanto subir y bajar de estación y pueblos.


Guapa y guapa! 

Sin exagerar,  subimos y bajamos unos 1532, escalones,  aproximadamente.  Pero merece la pena.




Para volver,  la última, os pongo en situación,  Virginia y yo destrozados,  con las pies que me dolían y no sabía cual más,  con sueño,  10:32 de la noche,  llevábamos 14 horas levantados.  Vamos a coger el tren y llegan 2 a la vez,  uno por cada vía,  pero en las pantallas no indican cual es cual.


Con mi magnífico italiano, al revisor,  excuse a Rimaggiore?  Éste,  tren,  subimos,  a mi me extraño,  yo hubiera jurado que era el otro,  por la dirección en la que iba el tren,  nos sentamos,  está  a punto de partir y el revisor me hace la misma pregunta a mi : A Rimaggiore?  Y yo sí.  ÉSTE NO!  EL OTRO!  En italiano,  claro,  la madre que lo parió!  Saltamos del tren,  literalmente,  menos mal que estaban cerrando las puertas del otro,  la patata,  se me iba a salir.  Bueno casi nos cierra la puerta en la cara,  pero estamos dentro,  si hubiera salido,  tendríamos que haber estado allí una hora más.


Bueno cuando ya estuvimos tranquilos en el tren,  nos miramos y dijimos a la vez: inolvidable!


Sabéis la nota más graciosa del día,  que  entre el primer y último pueblo de Cinque Terre,  hay 5 km,  nosotros invertimos,  unas 8 horas en hacer el trayecto y nos faltó uno,  como ya he indicado antes.  Un saludo. Chao!

3 comentarios:

  1. Ya os vale, si es que cuando os ponéis deportistas no hay quien os gane. 5 km en 8 horas, y la culpa es de los italianos CLAROOOOOO

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